“Deadly Still — Un golpe de miedo corto y directo que te atrapa antes de parpadear”
Deadly Still (4 minutos y 49 segundos) no pierde el tiempo. Va directo a los nervios. Escrita, dirigida e interpretada por Cameron Mosley y Charles Cornick, esta pieza corta se sumerge en la pesadilla de la parálisis del sueño —ese momento congelado entre el sueño y la muerte, cuando no puedes moverte pero todo a tu alrededor sí.
Sin entrar en spoilers, la historia gira en torno a una pequeña figura africana, un amuleto que parece contener el origen de todo lo que ocurre dentro de este oscuro mundo paralizado. Hay un gato, tensión constante y una mano inquietante que acecha todo el tiempo.
La música es precisa y entra en los momentos justos. La edición es limpia, fluida y mantiene el ritmo. La elección de colores funciona muy bien —tonos oscuros con la luz justa para que no apartes la mirada. Los efectos del fantasma son excelentes: sutiles pero potentes, reforzando la historia en lugar de distraerla.
Lo más destacable es cómo Cameron y Charles manejan todo —dirigen, actúan y producen. Han creado algo que se siente personal y aterrador a la vez. No parece un simple proyecto estudiantil; es una muestra del talento que viene, de dos jóvenes cineastas que entienden perfectamente cómo se ve el miedo.
Deadly Still es corta, efectiva y realmente inquietante. Te pega a la pantalla y te deja con ganas de más.
Reseña de película: Deadly Still (USA, 4 minutos)
Reseña por Darwin Reina
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