
“Gloria”: Los fantasmas del amor en el sueño americano
Así como en la cultura oriental es normal que los muertos caminen entre el mundo de los vivos, y es verosímil que en Shakespeare los fantasmas de los padres hablen con sus hijos para ayudarlos en sus más duras pruebas, para la cultura latina, el rito del paso de la vida a la muerte y ese estado de transición, de lo que vendría a ser el alma, es algo tan común, que una historia sobre el fantasma de Gloria hablando con Alejandro para reflexionar sobre los errores
y aciertos de una larga relación es algo posible, así sea exótico o gracioso para otras culturas.

Con los finos toques del melodrama, y claramente, detalles propios de las telenovelas latinas,
se mueve esta historia, donde, extrañamente, no vemos al fantasma de la Gloria entrada en
años, o a una Gloria espectral, sino a una Gloria adulta, la que vivió los momentos más
complejos de su relación con Alejandro, un hombre lleno de virtudes, pero, sobre todo, de
muchos defectos, que no fue ajeno a los engaños y a las mentiras, pero que, a pesar de todos
esos avatares, fue, según dicen sus hijas, un padre ejemplar.
Es la constante batalla de cimentar lo que es la perfección de la figura paterna basada en los
aciertos de crianza por encima de la perfección de la figura de esposo ejemplar lo que se
convierte en el hilo conductor de la historia, que nos lleva a flashbacks, donde vemos como
Gloria y Alejandro se conocen, se enamoran, se casan, y comienzan a vivir el día a día de una
pareja de latinos intentando lograr el anhelado sueño americano.
El Alejandro viejo, interpretado magistralmente por Apollo Dukakis, es un hombre terco, su
amor hacia Gloria y hacía su familia no le permite aceptar sus errores, especialmente como
un pésimo esposo, que nunca desaprovechó el momento para engañar a aquella mujer que no
quiere dar el paso hacía la vida eterna hasta no hacer reflexionar sobre sus errores a ese mal
marido, que la sigue viendo en sus mejores años, como aquella hermosa mujer latina, que no
teme confrontarlo.
Sufrimos con Alejandro toda la película, porque él sabe muy bien que es una mata de errores, pero también sabemos que tiene nobleza, y como los mejores melodramas japoneses de Ozu, la figura del padre o patriarca, es esencial, pero esta obra también muestra la figura de la matriarca, muy propia de las familias latinas, en donde la figura materna que todo lo puede es necesaria para que las familias funcionen, y por eso la familia latina que se muestra durante la
película es el mayor logro de Alejandro y Gloria, lo lograron vivir, el sueño americano, y es un alivio ver una película con una familia latina sin los estereotipos nocivos que siempre presentan las producciones foráneas.

De hecho, así como “Tortilla Soup” es la adaptación latina de “Eat, drink”love” de Ang Lee, no es un desatino decir que “Gloria” si es una extraña adaptación de alguna cinta oriental, pero la misma directora , Hope Martínez, ha dicho que esta película se basa en una pareja real de El Paso, Texas, así que se convierte en una película universal, y sobre todo, original, sobre el remordimiento, y espero, sobre sanar, aceptar los errores, aprender de ellos, para que la relación entre Alejandro y Gloria sea un espejo de lo que no se debe hacer en un matrimonio para que sea perfecto.


Reseña de la película Gloria
Dir. Hope Martinez
01:47:21 min
EE. UU.
Reseña por Andrés Ricardo Carvajal Castro
Crítico de cine
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